“Buscamos rastrear evidencias de la existencia de un modelo adictivo propio de la familia, un desarrollo de la sintomatología adictiva en el seno de un grupo familiar. Tal vez se exprese en un consumismo sin límites, en una adicción al trabajo, en una sobre exigencia aplicada al rendimiento o en expectativas de ascenso social desubicadas . Utilicemos la desmesura en las conductas y los objetivos irreales como vía de acceso a las creencias dominantes en esa familia. Por ejemplo, la sustitución de un criterio según el cual el rendimiento es proporcional al esfuerzo por un afán por establecer logros inmediatos,
W.R. Grimson
Es la familia el elemento básico de la estructura social y agente fundamental de la trasmisión de valores. Es la que puede ser determinante desde las primeras fases de la socialización y la que puede preparar a los jóvenes para que posteriormente puedan enfrentarse a cualquier tipo de conducta de riesgo, como la violencia o las drogas. Los padres no pueden delegar su responsabilidad educativa en los agentes externos; pero desde las instituciones debemos poner a su disposición,
Hugo Miguez
La Familia, como lugar de intervención comienza a especializarse,
El modelo de familia que tiene preeminencia en una época determinada se relaciona estrechamente con la dinámica de la sociedad en la que ésta se inserta. De la relación entre familia y sociedad surgen, alteraciones y cambios en cada una de ellas.
Se denominó familia nuclear, a la conformada por un matrimonio y sus hijos, de constitución voluntaria y fundada en la relación afectiva de los cónyuges, conceptos como la igualdad entre los hijos, la infancia como época fundamental de la vida, el sexo ligado al amor y no sólo a la procreación, la intimidad de la vida de familia, una madre, un padre y unos niños que se protegen y se quieren, a los que se aspira como modelo, no eran suficientemente entendidos durante el siglo XVIII hasta comienzos del siglo XIX.
Este paso de familia como espacio productivo y público a familia como un espacio afectivo y privado, fue un largo proceso que comienza con la disolución del mundo medieval, siglo XVIII y se consolida entre mediados del siglo XIX y XX.
Una de las diferencias entre la familiar moderna y aquella tradicional es el incremento de la afectividad como elemento fundamental de la unión conyugal. Aquel matrimonio formaba parte de una estrategia económica en todos los sectores sociales. En los grupos más poderosos el objetivo fundamental era preservar el patrimonio a través de la herencia tratando de evitarse la subdivisión y dispersión de la propiedad. La primogenitura en el caso de los hijos varones y la dote en el caso de las mujeres, eran expresión de esta idea. Tanto es así que algunos investigadores llegan a afirmar que la familia tradicional fue mucho más una unidad productiva y reproductiva que emocional.
En los restantes grupos sociales se buscaba, garantizar la sobre vivencia económica de las familias, aumentar o consolidar el patrimonio familiar y ampliar las oportunidades de movilidad social ascendente, por lo que los padres de los futuros cónyuges jugaban un papel determinante en la selección y aprobación de las parejas. Se nota una clara evolución en cuanto a la elección de pareja, la que se realiza en forma voluntaria y sobre la base de sentimientos de afecto que predominan por sobre las motivaciones de orden económico.
También se diferencia la familia nuclear compuesta por la pareja y sus hijos, de la familia tradicional que era normalmente extendida. Este proceso se relaciona, además, con la formación de la ciudad moderna y el desarrollo urbano.
Pero, la familia, desde su conformación como institución moderna, en los comienzos del tercer milenio, sufre el impacto de fuertes transformaciones, la incidencia de la globalización, las diversas crisis de orden económico, político y social repercuten tanto en relación a la crisis de "sentidos", como desde el impacto de la aplicación de características económicas e implantación de modelos
En esta etapa que muchos denominan pos modernidad el modelo del consumismo es el que se ha instalado como red dando forma a la manera de vivir, definiendo al sentido de la vida por la posibilidad o no de alcanzar ciertas cosas impuestas como necesidades y la angustia de no poder alcanzarlas. Por otra parte, la aparición de la infección por VIH, la drogadicción, la violencia urbana en todas sus facetas, el problema del desempleo, las nuevas formas que va tomando la familia, tales como el "matrifocalismo" e implican preguntas hacia las instituciones y las prácticas que se desenvuelven dentro de ellas, que no han sido todavía resueltas. La familia como institución primaria, también atravesaría una suerte de crisis de representación y de legitimidad. .Nos encontramos frente una nueva dimensión de la familia, que se estaría creando a partir de nuevos consensos y quizás de un nuevo proceso en la concepción de familia, y ésta como "lugar" de intervención en lo social implicando una nueva serie de interrogantes.
CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LA FAMILIA
Tipos de familias
Los diversos estudios sobre hogares y familia adoptan variadas topologías para definirla, tomaremos la más consensuada definida por Talcott Parsons.
- Hogar Unipersonal: el hábitat está constituido por una sola persona, generalmente un adulto mayor.
- Hogar no familiar: el hábitat es compartido por dos o más personas, sin vínculos de parentesco entre sí.
- Familia nuclear: integrada por una pareja con o sin hijos o por uno de los miembros de la pareja y sus hijos.
Nuclear biparental: integrada por el padre y la madre, con uno o más
hijos.
Familia nuclear monoparental: integrada por uno de los padres y uno o más hijos.
Familia Nuclear reconstituida: integrada por una pareja con hijos de matrimonios
anteriores
Familia extensa: Integrada por una pareja o uno de sus miembros con o sin hijos y
otros miembros que pueden ser o no parientes (abuelos, tíos, amigos)
Esta clasificación de hogares y familias pone de relieve la existencia de redes de parentesco, redes de apoyo y solidaridad, así como la distinción entre núcleos primarios y secundarios en la familia.
Otro punto de vista, necesario a considerar en la caracterización de la familia, está relacionado con las etapas del ciclo de la vida familiar que se pueden distinguir en ella. En esta secuencia, la familia cambia su composición y enfrenta distintas tareas y problemas. Para distinguir las etapas del ciclo familiar suele usarse como criterio la edad de los hijos y su evolución: preescolar, escolar, adolescencia, más de 19, sin hijos en el hogar.
Definición de Familia: Las características del vínculo
Las tipificaciones anteriores ponen de manifiesto que cualquier grupo humano que comparta una vivienda y se alimente en común no es necesariamente una familia. Por ello es importante señalar las relaciones que permiten definir a un grupo humano como familia. Se considera a la familia como un grupo social, unido entre sí por vínculos de consanguinidad, filiación (biológica o adoptiva) y de alianza, incluyendo las uniones de hecho cuando son estables. Es por ello que se es miembro de una familia en la medida que se es parte de la misma.
La familia es el núcleo primario en el cual todo ser humano participa. Es el resultado, en primer lugar, de una experiencia de género y de alianza entre géneros. Requiere, para su constitución, de encuentro y de la relación entre un hombre y una mujer que quieren unir su vínculo mediante el afecto entre ellos o hacia los hijos que surgen de su relación. Cada ser humano nace en la presencia de los otros miembros (por lo menos de uno) y requiere de éstos para su sobre vivencia. Esta experiencia posibilita la manutención, la transmisión y la proyección de la vida en lo que ésta tiene de más básico.
La familia es, por ello, una convivencia intergeneracional. El nacimiento de una persona determina una relación que durará largos años en la cual habrá, por lo menos, dos generaciones en relación y algunas veces tres o más. Desde esta perspectiva, la familia es una unidad integrada por miembros con identidades propias, que desempeñan roles distintos según el sexo y la edad.
Funciones de la Familia
Sea cual sea el tipo de familia que se considere, toda familia comparte ciertas características básicas que están relacionadas con las funciones que desempeña.Lo peculiar de la familia está relacionado con:
- La reproducción en su interior. La función reproductora está acompañada en la especie humana del surgimiento de algún tipo de afecto, que se constituye a partir de la satisfacción de requerimientos emocionales y físicos los cuales son necesarios para el recién nacido, la construcción de apego con la madre u otra figura sustituta. Esta relación primaria es la que posibilita la parentalidad a lo largo de la crianza,
- La transmisión y recreación de la cultura y
- Una función de intermediación entre la persona y la sociedad.
Desde esta perspectiva, la familia mantiene y proyecta la vida humana y se constituye en una especie de intérprete de demandas y aportes de las personas hacia la sociedad, a la vez que de la sociedad a ellas. La familia sirve a sus miembros y a los de la sociedad dentro de la cual participa en la medida que todos éstos sirven a aquella. El aprender a servir solidariamente, con racionalidad y eficacia, son factores claves de aprendizaje de la vida que comienza en familia.
Por otra parte, la forma cómo se realice este ejercicio de intermediación entre la persona y la sociedad está estrechamente relacionado con dinámicas societales y realidades históricas, así como también por las etapas del ciclo familiar y los cambios o condicionantes internos y externos que afectan al núcleo (muerte de algún miembro, enfermedades crónicas, cesantía, etc.), todo lo cual implica que la expresión concreta de las funciones específicas que desempeña la familia - a través de las cuales posibilita la intermediación - puedan mostrar cierta adaptabilidad y flexibilidad en el tiempo. Desde esta perspectiva, la familia es una institución fundamental de la realidad social De hecho, la historia señala que en la evolución de familia tradicional hacia el modelo de familia nuclear se fueron desplazado muchas de las funciones que desempeñaba hacia otros sistemas o instituciones, sin que por ello la familia dejara de desempeñar las básicas.
La familia como formadora de la identidad personal
Continuando con esta óptica la familia es el grupo humano al cual se pertenece primariamente, lo cual queda determinado por el nacimiento o la adopción. El nombre, signo de este vínculo, representa la aceptación de que se pertenece a una realidad social que nos trasciende (la familia) pero, a la vez, proporciona una especificidad que no es intercambiable (la individualización). Somos quienes somos en relación a otros. A la familia se pueden incorporar otros miembros, pero no se puede dejar de pertenecer a ella.
Esta pertenencia proporciona a la persona la experiencia de sí mismo como un valor absoluto, y ese aprendizaje el reconocimiento progresivo de su irrepetibilidad como persona- va configurando la posibilidad de relacionarse con otros. Además, la aceptación del principio de la realidad personal es algo natural. Cada individuo se reconoce como irrepetible y único a partir de su familia que lo acoge de este modo, como único. Desde esta experiencia, entonces, es posible que se desarrolle como persona humana singular en todas sus potencialidades.Por otra parte, el desarrollo de la individualidad está basado en una dinámica de relaciones gratuitas, afectivas y no afectivas, que introduce a la persona en un horizonte de experiencias próximas y duraderas, en contraposición a las relaciones funcionales que se establecen en la sociedad moderna. Por ello, la familia constituye la base de la afectividad, cuya importancia es fundamental para un desarrollo equilibrado de la persona humana. La del ejercicio de la parentalidad. La interacción armoniosa de los padres entre sí y hacia los hijos garantiza un buen desarrollo de éstos.
El desarrollo de la identidad personal en cuya formación la familia cumple un rol propio, socialmente se inicia cuando el individuo comienza a ser conocido y distinguido por su nombre por primera vez esto va permitiendo que sea posible la relación de la persona con los distintos ámbitos de la sociedad, del mismo modo como regula el ritmo con el que se incorporan o asumen las valoraciones que proporciona la sociedad.
Del mismo modo como la familia nombra y le otorga su primer identidad a la persona, es el lugar donde se desarrollan los afectos, en el cual se le enseña a nombrar las cosas y aprende a conocer el mundo. Es el lugar de las significaciones primarias y es, también, considerada una comunidad primaria. Desde esta característica se reconoce a la familia la capacidad de socializar valores y pautas de comportamiento en lo que se refiere a lo cognitivo, lo ético y lo estético. Desde la familia se aprende los valores: su bondad, maldad, su belleza, fealdad.Este aprendizaje se da en el marco de un encuentro intergeneracional y de género. La familia no es una unidad homogénea. En ella conviven miembros de distintas edades y sexos, que tienen identidades propias y juegan roles diferentes. La familia es un espacio de encuentro y de diálogo, aún cuando éstos puedan ser conflictivos, que define la matriz básica que inicia el proceso de desarrollo de los individuos y de transformación en seres sociales.
Por otra parte, en este aprendizaje la familia proporciona también criterios de selectividad y de valor, con lo cual se van configurando pautas de relación, de comportamiento y se estructura la conciencia ética. En el encuentro intergeneracional y de género se aprenden las pautas culturales, la manera de sentir, de pensar, de expresar los afectos, de creer, de valorar, de comportarse, de ejercer roles en los distintos ámbitos de la vida, de asumir responsabilidades y derechos. Es relevante como ámbito primario, centro de la reproducción cotidiana y generacional de sus miembros, núcleo de afecto, ideología y socialización, es decir, como entidad fundante de nuevas subjetividades a través de la transmisión emocionalmente significativa de representaciones sociales, principios y valores acerca del mundo, la naturaleza y los otros, por tanto los jóvenes siguen generalmente la suerte de su familia, su clase social y las estrategias de vida.Este contexto implica el reconocimiento de un marco espacio-temporal, histórico, en el que la esencia de la constitución familiar se recoge reinterpretada.
Sucede también que en el transcurso de la vida de la persona otras experiencias no parentales adquieran el carácter de criterios de selectividad y valor y se incorporan o modifican algunos criterios aprendidos originariamente en la familia; sin embargo, según la etapa del ciclo de vida en el que la familia se encuentre , producirá una ínter actuación de los nuevos elementos dentro de su seno, es decir, que la transmisión de pautas y normas de comportamiento, como así de constitución familiar no se da de modo pasivo, sino por el contrario, de modo activo, dinámico.
LA FAMILIA DEL TERCER MILENIO
Muchas son las interrogaciones que diferentes autores se plantean (Giberti, Jelin, Grosman, Winerman entre otros):¿la familia está en crisis? ¿la familia desaparece? ¿la familia se transforma? ¿cuál es el futuro de la familia? ...?
Algunos autores definen como problemática actual a lo que denominan el "malestar identitario". Formar parte de una familia implicaba una serie de cuestiones constitutivas de la identidad la que ofrecía un punto de equilibrio al individuo, al mismo tiempo que lo insertaba en un espacio de sostén social y redistribución económica. La reducción creciente de la familia a un espacio contractual y la desposeción discreta de esta unión tranquilizante con los otros, que representaban el vínculo de la filiación y la manifestación de la cadena de las generaciones, contribuyen también a agravar la poderosa sensación moderna de inseguridad"...(Fitussi, Rrosanvalllon )
Se incrementa el número de separaciones y divorcios, hogares monoparentales, madres solteras, hogares ensamblados o reconstituídos, hogares formados por parejas homosexuales, hogares en donde se adoptan uno o más hijos, postergación de la edad para casarse, para independizarse, aumento de uniones consensuales, hogares formados por parejas sin hijos, etc. son todas formas de vivir en familia" como lo afirma Catalina Wainerman.
En el caso de la familia nuclear, como institución moderna, también pueden observarse estas cuestiones. Uno de los datos recientes en este aspecto en América Latina, se denomina "matrifocalismo". Según Alicia Stolkiner, en el Gran Buenos Aires, casi el 45% de las familias en los sectores con necesidades básicas insatisfechas, tiene por cabeza a una mujer ; "Podría afirmarse que se tiende a una configuración familiar que tiene a una mujer como cabeza principal ( aunque no único por el trabajo infantil) soporte económico y en donde el varón ocupa un lugar periférico o circunstancial"
Todas estas cuestiones implican desafíos novedosos para las prácticas y las instituciones, ya que las mismas se construyeron sobre otras bases económico políticas.La socióloga Elizabeth Jelin sostiene que la familia está perdiendo sus funciones como institución y que está dejando de ser una `institución total' ; ... Desde la perspectiva del individuo y su curso de vida, más que hablar de "la familia" lo que permanece son una serie de vínculos familiares: vínculos entre madres y padres e hijos/as; vínculos entre hermanos; otros vínculos de parentesco más lejanos. Existen algunas obligaciones y derechos en estos vínculos adscriptivos, pero son relativamente limitados. Lo demás entra en el campo de lo elegido, lo opcional"
En realidad todo lo que se diga en referencia al modelo de cómo debe ser hoy una familia está vinculado a los deseos personales los cuales a su vez están articulados con el imaginario social y los pensamientos y creencias que aún esta época mantiene.
La familia de hoy y la drogadicción
Dice Elizabeth Bianchedi que adjudicarle a la familia de estos últimos 25 años el factor causal como culpabilidad por el cual el sujeto establece relación con las drogas no es justo. Y destaca factores condicionantes individuales, familiares y sociales que pueden facilitar el consumo de drogas. Dichos factores permiten hablar de grupos más vulnerables, es decir, que puede existir mayor probabilidad que frente a determinadas situaciones se pueda acceder a las drogas. Sabemos que los factores personales suponen incapacidad para superar las dificultades, la frustración o insatisfacción, la poca confianza en uno mismo, el estado de tensión continuo, la pasividad y dependencia, la dificultad para establecer relaciones, el no ver sentido a la vida, el egocentrismo, la incapacidad para posponer las satisfacciones y mirar al futuro, etc. A este conjunto de rasgos algunos autores prefieren llamarlo "personalidad del toxicómano". También conocemos los factores sociales de riesgo que representan los problemas en las relaciones familiares, las dificultades laborales y económicas (desempleo, falta de expectativas, etc.), la no integración en grupos reducidos de amistad, el aislamiento familiar, el rechazo a los valores sociales (entre ellos a la salud como valor). Pero debemos sumar la transformación de la familia como resultado de la posmodernidad y el incremento de los factores sociales producidos por una aguda crisis social en la que predomina la inseguridad y violencia
Cierto es que la familia juega un papel muy importante en el problema de la drogadicción. Y fácil es deducirlo desde la óptica antes presentada, siendo fundamental el ambiente previo donde se desarrolla el sujeto que luego será consumidor de drogas, la inducción a la droga que a veces se realiza en el hogar, la ruptura o desintegración del núcleo familiar. La ausencia de padre y/o madre, relaciones no muy claras, padres que no establecen normas en el hogar, gran permisividad, poco control o excesiva preocupación por el hijo y una comunicación deficiente entre otros.
Pero como vimos la familia de hoy sufre profundas transformaciones, dice Alfredo Carballeda, ya sea por la fragilidad estructural de la pareja, las diferencias de género y el atravesamiento cultural que implica cambios en la posición hombre-mujer; esposo-esposa . A su vez, la existencia de nuevos papeles para los hijos, y estos en relación a los padres y los cónyuges, las crisis económicas, con los distintos niveles de desocupación y hacinamiento. La irrupción del matrifocalismo, la pérdida o disminución de reciprocidades e intercambios, la caída de los sostenes clásicos de contención social, tanto estatales como comunitarios, la crisis de los relatos explicativos, el deterioro económico social, las dificultades para recodificar lo nuevo (que se presenta como incierto), el deterioro de los vínculos solidarios, etc, muestran tanto dificultades, como la necesidad de reformulación de las vías de intervención.
Por otra parte, la familia aparece como un lugar "seguro" y confiable, frente a la incertidumbre del afuera. Lipovetsky plantea algunas de estas cuestiones, en su trabajo "El crepúsculo del deber" dice: "No asistimos al resurgimiento del orden familiar, sino a su disolución post- moralista, no es el deber de procrear y de casarse el que nos caracteriza, es el derecho individualista al hijo, aunque sea fuera de los lazos conyugales" ..."El sacrificio de sí en beneficio de los deseos de los padres ya no tiene legitimidad social, el sentido de la piedad filial ineluctablemente retrocede dando lugar, en el mejor de los casos al 'cada uno lo suyo', y en el peor a la violencia".
Con todo esto comenzamos a concluir en que estaríamos frente a una fuerte inversión de los deberes y los derechos dentro de la esfera de la familia. De ratificarse esta tendencia, las modalidades de intervención deberán ser tenidas en cuenta ya que, implicarían significativos cambios en los sentidos de la propia estructuración de la familia.
CONCLUSIONES
Esta aproximación a una posible lectura sobre la familia de hoy y la adicción de uno o varios de sus miembros no se presenta desde un marco de abordaje terapéutico sino que a partir de una mirada social sobre una realidad contundente en la que todos nos encontramos activos, pretendiendo aportar simplemente una reflexión al respecto. Los diferentes modelos de tratamiento para adictos contemplan a la familia desde la óptica nuclear y a partir de ello como contra partida la disfuncionalidad, considerando a los trastornos de conducta de sus jóvenes como emergentes de una problemática.
Es hora de introducir un planteo desde lo macro que lleve a revisar las convencionales maneras de intervenir, considerando a la familia como institución en pleno proceso de transición hacia un modelo que aún no ha alcanzado una definición.
Los programas de tratamiento que incluyen actualmente a la familia consisten en terapias, formación de los padres, enseñanza de habilidades para las relaciones de familia, grupos de autoayuda familiar y sin bien los mismos tienen un éxito mayor que aquellos programas que no la incluyen cabe destacar que los mismos consideran como eje a la familia nuclear de la modernidad.
Pero será posible recurrir a la esencia del ser humano en la búsqueda de la identidad, vimos como la identidad personal se relaciona con identidades más amplias, miembro familia, ergo familia Estado.
Socialmente la identidad, es la articulación con el pasado y su posible proyección al futuro.
Carballeda dice: las acciones del Estado en cuanto a su relación con la familia y los diferentes problemas de reproducción cotidiana, muestran nuevos espacios de intervención en la perspectiva de resignificar el impacto de la nueva cuestión social en tanto a su expresión macro y microsocial. A su vez se hace necesario construir categorías conceptuales que sirvan para acceder en profundidad estos nuevos padecimientos.
Así una Política Social que intenta intervenir en lo social debería orientarse hacia una reconstitución de aquello que la crisis fragmentó. No en términos de volver a los ideales constitutivos modernos de la familia, sino teniendo en cuenta su diversidad, sus características culturales, históricas y sociales.
Bibliografía
Carballeda, A. De Marco, P.Touzé, G. Rossi, D. Trabajo Social y drogadependencia. Drogadependencia, Lineamientos, Programas Preventivo Asistenciales y normatización .Ministerio de Salud. Prov. De Buenos Aires.1988
Fitussi, J, Ronsanvallon, J.P.La nueva era de las desigualdades.Editorial Manantial. BsAs.1997.
Foucault, Michel. Vigilar y castigar. Editorial Siglo XXI. Mexico. 1993.
García Delgado, Daniel. Estado y Sociedad. Editorial Norma. 1994.
Diaz Unsandizavas, Carlos. Drogas y Posmodernidad 2002
Carballeda Alfredo Politicas sociales, familia, crisis de legitimidad y representación.
Fromm, Horkeimer, Parsons y otros. La familia. Península. Octava Edición 1998
Velasco Fernandez, Rafael. La familia ante las drogas. Trillas,Mexico, 2000